El té Pu Erh es considerado como un manjar. Debido a su proceso
de fermentación especial, se diferencia tanto
del té verde clásico como del té negro. Las
principales características son su aroma
especiado y terroso, y su color rojizo.
Tiempo
atrás, el disfrute del té Pu Erh estaba reservado a los emperadores chinos, de ahí el
sobrenombre de “té del Emperador”.
Hasta el día de hoy, la medicina tradicional
china sigue confiando en las propiedades
para fomentar la salud del té Pu Erh. Equilibra el Yin y el Yang del cuerpo. Las hojas del
té Pu Erh provienen del árbol de té Qingmao
de la ciudad de Pu’er, en la provincia china
de Yunnan. Esta es la piedra angular de la
historia del té que se produce allí desde hace
ya casi 2000 años.
El té Pu Erh da a conocer su esencia capa a capa
y, a diferencia de la mayoría de los tés verdes y negros, gana con
el tiempo en calidad y aroma. Su proceso de maduración
a través de la producción tradicional es de, como mínimo,
cinco años. Este gran esfuerzo vale la pena, a pesar de
que los más novedosos procedimientos permiten disfrutar
de este té tras unos pocos meses.